Espaguetis de calabacín con jamón

Ya estamos todos volviendo poco a poco a la rutina. Espero que os haya ido muy bien el verano. Vamos a olvidarnos de los excesos de las vacaciones y vamos a empezar a cocinar recetas sanas y nutritivas para toda la familia, esta vez nos tocan unos espaguetis de calabacín con jamón.

Hoy vamos a preparar unos ricos espaguetis de calabacín con jamón. Son ideales para que nuestros peques coman verdura sin darse cuenta de que la están comiendo.

El calabacín es una verdura con un alto contenido en agua, aproximadamente un 90%, por lo q aporta muy pocas calorías.  100 gr de calabacín aportan solo15 kcal.

El calabacín es muy rico en minerales y oligoelementos. Contiene calcio, fósforo, potasio y magnesio.

Lo primero que vamos a necesitar va a ser una mandolina o un spiralizer para poder cortar nuestros calabacines en tiras, simulando que son espaguetis. Lo podéis encontrar en cualquier ferretería o grandes almacenes.

Por ejemplo como este:

spiralizer

También he visto en algunos supermercados que ya venden los calabacines cortados en tiras y envasados, en la zona de los refrigerados, donde están las lechugas ya lavadas y listas para usar.

Ingredientes para los Espaguetis de calabacín con jamón

2 calabacines.

75gr taquitos de jamón serrano.

30gr de queso parmesano rallado.

Aceite de oliva

Ajos

Sal y pimienta

 

Elaboración

  1. Lavamos muy bien nuestros calabacines y los cortamos con la mandolina o el spiralizer.
  2. Laminamos los ajos y los ponemos a dorar en una sartén con aceite de oliva.
  3. Cuando estén dorados añadimos nuestros espaguetis de calabacín a la sartén.
  4. Lo rehogamos unos 4-5 minutos.
  5. Añadimos los taquitos de jamón y salpimentamos.
  6. Servimos en el plato y espolvoreamos por encima el queso parmesano.

Si queréis para que vuestros niños se lo tomen mejor, antes de añadir el queso, podéis echarle por encima un par de cucharadas de tomate frito casero y tendréis unos espaguetis de calabación con tomate, que nada tendrán que envidiar a los espaguetis tradicionales.

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El coste de la vuelta al colegio

Desde el pasado viernes 1 de septiembre padezco otra de esas crisis vitales que me entran cuando llega este temido mes. Las vacaciones han vaciado nuestros bolsillos y toca volver a la tediosa rutina en la ciudad. Menos mal que… ¡yo todavía me libro de seguir gastando dinero con la vuelta al colegio de los hijos! Sólo de pensarlo me entran ganas de salir corriendo de los centros comerciales y librerías donde los padres más perezosos andan buscando todavía ese material que necesitan sus retoños para incorporarse al nuevo curso escolar.

Mientras espero una larga cola para pagar la última novela de Isabel Allende que me muero por leer, escucho cómo una madre comenta con la cajera que la verdadera cuesta no es la de enero, sino la de septiembre y protesta por los 168 euros que lleva ya invertidos en libros de texto para su hijo de diez años.

Según el último estudio de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI), la «vuelta al cole» les supondrá a cada familia española un desembolso de entre los 560 y los 1.175 euros, siendo Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana los lugares donde resulta más cara la reincorporación a las aulas. Sin duda, unas cifras que obligan a muchas familias a hacer malabares para llegar a fin de mes. De hecho, uno de los consejos para ahorrar consiste en reutilizar el material escolar de otros años. En el colegio vizcaíno San Juan existe un programa para reciclar libros que ayuda a reducir el gasto de muchos hogares. En cambio, otros padres no deciden acogerse a él. Es el caso de Susana Cervero que sigue apostando por comprarle a su hijo Jon nuevo material escolar. “Prefiero esta opción porque los libros de otros años suelen estar pintados y luego es un incordio andar borrando las respuestas o las anotaciones de su antiguo dueño”, explica Susana. En cambio, ella sí que opta por donarlos dando así salida a los libros de texto que su hijo ya no va a utilizar.

Aligerar el coste escolar también es posible si se opta por comprar productos de marcas blancas, en vez de marca. El tiempo para hacerse con todo el material escolar también resulta ser un factor imprescindible para afrontar la vuelta al colegio. De hecho, a los más pequeños les hará sentirse más preparados para encarar la siempre difícil incorporación si saben que disponen de todo el material escolar necesario.

El coste de volver al cole no es sólo económico sino también emocional. El regreso se hace duro y, un sabio consejo para los padres de los niños más pequeños (aquellos que abandonan la guardería para pasar al colegio), es que hagan con ellos el recorrido hasta la escuela unos días antes de incorporarse oficialmente a ella. Esto les será de gran ayuda y evitará que estén tan descolocados ante un cambio tan brusco para ellos.

Y… como ya expliqué en el anterior post, resulta imprescindible comenzar con los cambios de ciclo de sueño dos semanas antes de la vuelta al colegio. Cada vez anochece más pronto, por lo que resulta más llevadero irse antes a la cama. Si este año no has puesto en práctica estos consejos, ¡tienes una asignatura pendiente para el próximo septiembre! 🙂

 

 

Reordenar el sueño tras el verano

Las televisiones llevan semanas bombardeándonos con anuncios sobre “la vuelta al cole”. Recuerdo la angustia que me producía verlos cuando era niña, tanta que ni las ventajas que se obtenían con los “corticoles” lograban aplacarla 🙂

Volver a la tediosa rutina siempre es duro sobre todo en el mundo infantil en el que las vacaciones son tan largas… Recuperar las rutinas de sueño es una de las tareas más complicadas a la que debemos enfrentarnos, tanto niños como adultos, en nuestro “regreso al cole”. Levantarse nuevamente temprano resulta complicado por lo que los expertos recomiendan una serie de pautas para recuperar los hábitos de sueño de los niños y niñas tras las vacaciones.

Evitar que el cambio sea brusco es el primero de los consejos de los psicólogos. Esto implica que, dos semanas antes de la vuelta al colegio, nuestros hijos comiencen a levantarse cada vez más temprano. “Programar actividades matutinas puede ayudar mucho a este respecto”, comenta la psicóloga Astrid Villanueva.

Para los más pequeños (niños entre los dos y los cinco años), resulta beneficioso “echar una siesta” durante el día aunque se recomienda que no sean siestas prolongadas o tardías que les impidan conciliar el sueño durante la noche.

Otro consejo es evitar el uso de nuevas tecnologías en la cama. Además, es conveniente que nuestros hijos dispongan de su propia cama y espacio para descansar porque esto les estimulará a irse a dormir más temprano.

Y, ¡cómo no!, la alimentación juega como siempre un papel fundamental a la hora de reordenar el sueño tras el período estival. Los expertos recomiendan que evitemos el consumo de bebidas o alimentos estimulantes como dulces o chocolates.

Y, por último, la comunicación con los hijos es una cuestión que deberíamos convertir en rutina. Hablar con ellos y exteriorizar lo que sienten resulta vital para que se vayan a la cama ligeros de equipaje mental.

 

Colecho o la práctica de que padres e hijos duerman juntos

El pasado domingo una celebración familiar hizo que me reuniese con dos madres; una de un niño ya preadolescente de 10 años y, otra, que dará a luz en pocas semanas. Ambas comentaban los miedos que experimentan todas las madres primerizas y, uno de ellos, es la probabilidad de aplastar al bebé o provocar su asfixia de manera involuntaria. Este temor ha hecho que me replantease hasta qué punto es beneficioso o no que los padres compartan la misma cama con sus bebés.

Partidarios del «colecho»

Esta práctica recibe el nombre de «colecho» y tiene defensores y detractores a partes iguales tanto entre padres y madres como entre los profesionales. Los partidarios de dormir con el bebé defienden que favorece la lactancia materna por lo que aumenta la frecuencia de amamantamiento nocturno y, por otro lado, argumentan que el colecho es muy eficaz para estimular el apego entre los progenitores y sus hijos.

Aseguran también que los bebés que duermen con sus padres lloran menos que los que duermen solos mientras que el descanso de los progenitores también es mayor porque pueden atender a sus hijos sin necesidad de levantarse físicamente de la cama. La madre debe estar siempre disponible para amamantar a su bebé por lo que cohabitar en el mismo lecho facilita esta cuestión.

Detractores del «colecho»

Quienes están en contra de esta práctica tan antigua, sostienen que puede aumentar el riesgo de muerte súbita o asfixia del bebé. Además, argumentan que este hábito de dormir con los bebés puede interferir en la relación de pareja de los padres al privarse de un espacio exclusivamente para ambos.

Aquellos que son críticos con este hábito consideran también que, un bebé que se acostumbra a dormir con sus padres, no querrá hacerlo solo en un futuro alterando así sus hábitos de sueño en etapas posteriores de su vida.

Qué dicen los expertos

Los pediatras aconsejan que, los lactantes menores de seis meses, duerman en una cuna próxima a la cama de sus padres y, evidentemente, desaconsejan la práctica del “colecho” en aquellos padres que tomen sustancias (alcohol, tabaco, drogas, fármacos sedantes…) que disminuyan su nivel de conciencia hasta el punto de que puedan poner en riesgo la vida del bebé con el que duermen. Además estaría contraindicado cuando el «colecho» tiene lugar en el sofá o sobre superficies blandas como colchones de agua.

La responsabilidad de los padres es la clave una vez más. Por ello, si deciden dormir con sus bebés tienen que saber que la temperatura de la habitación no deberá ser muy alta y tampoco el bebé deberá estar muy abrigado. Además, el lactante tendrá que dormir siempre boca arriba.

Polémica en Instagram

La práctica del “colecho” también ha sido cuestionada en redes sociales como Instagram. A raíz de que una madre estadounidense publicase la imagen de la cama que comparten ella y su marido con sus cinco hijos surgió la polémica entre sus seguidores. Algunos acusaron a Elizabeth Boyce de que sus hijos no tuviesen su propia habitación e incluso la llegaron a acusar de “abusar” de ellos. Hasta tal punto fueron las críticas que la madre se vio obligada a colgar un vídeo en el que argumentaba los motivos por los que ella y su marido habían optado por practicar el «colecho» en su hogar.

 

Pierde el miedo a que tus hijos jueguen solos

En contra de lo que se pueda pensar a priori, que los niños y niñas jueguen solos no es malo en absoluto. De hecho, hacerlo a partir de los dos años, les va a permitir divertirse y explorar diferentes formas de estar sin la presencia constante de un adulto.

El juego individual

El juego individual puede resultar beneficioso para la autoestima de los niños y niñas porque podrán equivocarse sin sentirse juzgados durante el desempeño del mismo. Su creatividad también se verá reforzada así como el juego simbólico porque, para buscar compañeros de juego, deberán dotar de vida a sus muñecos a los que acunarán y hablarán.

Además, mientras juegan solos, nuestros hijos pueden hacer o decir cosas que no harían delante de un adulto por el que podrían sentirse cohibidos o un poco avergonzados.

Los psicólogos infantiles coinciden en responder que “sí” a la pregunta de si los niños y niñas saben jugar solos pero el problema radica en que, los padres, confunden “jugar solos” con “estar solos”. Normalmente, se relaciona el hecho de jugar individualmente con que el niño lo haga solo en su habitación pero nada más lejos de la realidad. Se trata de que los padres e hijos estén juntos, cada cual realizando sus tareas y estando siempre disponibles cuando los pequeños reclamen su atención.

El papel de los padres

Los pequeños irán alcanzando poco a poco cotas de independencia y, los padres, deberán alternar momentos de participación en los juegos con otros de acompañamiento y vigilancia pero ya sin intervención de manera que el niño pueda experimentar la sensación de tomar sus propias decisiones. Es más que posible que luego quiera mostrar sus descubrimientos al “mundo adulto”.

Otra buena idea para fomentar la independencia de los pequeños es que sus cuidadores les propongan realizar un juego paralelo. Por ejemplo, mientras el niño o la niña construyen una torre, los adultos construyen la suya propia. Esto implica que los padres pueden mostrarle al pequeño los beneficios de jugar solo a través de la imitación y, así, los niños y niñas podrán sacar mayor rendimiento a sus juguetes.

A medio camino entre “jugar solos” y “jugar con los adultos” es que estos últimos involucren a los críos en sus actividades como si de un juego se tratase. Meter las prendas sucias en la lavadora, apilar periódicos o libros, etc. También es fácil improvisar una zona de juego en cualquier estancia de la casa. Una pequeña alfombra y una caja de juguetes es más que suficiente para proponerles a nuestros hijos que jueguen a nuestro lado mientras realizamos nuestras tareas. En ese momento es cuando habrá llegado la etapa más anhelada por los padres; esa en la que sus hijos saben  entretenerse solos con sus juguetes.

Pero la clave, como en casi todo en esta vida, radica en alcanzar el equilibrio. Equilibrio entre el juego en solitario y el juego compartido porque dejar que nuestros hijos jueguen siempre solos también les priva a los padres de participar en su mundo emocional.

 

El verano, el mejor aliado de los piojos

El calor, el acercamiento de los niños y niñas en campamentos, talleres o excursiones, el no uso del gorro de baño en las piscinas son factores que propician el aumento de contagio de piojos durante el verano.

Centros «matapiojos»

Hace dos veranos, me contagié de piojos. Lo cuento ahora, con esa perspectiva y “poca vergüenza” de la que te dota el paso del tiempo. Eso sí, en el momento en el que la peluquera me confirmó mis sospechas tras llevar días con picores de cabeza, quise que me tragara la tierra. Desde que, de niña, me contagié en el colegio había olvidado lo que era convivir con estos molestos parásitos. Por aquel entonces fueron mis abuelas quienes, en el sofá de su sala de estar, me los quitaron uno a uno. Dos décadas después, acudí a un centro “matapiojos” para eliminarlos de mi cabeza.

“La falta de tiempo de los padres de hoy en día para fulminarlos junto con la imposibilidad de hacerlo con los tratamientos de farmacia son los motivos por los que nacen este tipo de centros”, asegura Marian Herran, Directora del Centro Kids And Nits de Bilbao. Esta franquicia “matapiojos” lleva año y medio instalada en la capital vizcaína y cuenta con centros en muchas otras provincias españolas.

A la pregunta de si es un negocio boyante, Marian responde que trabaja 14 y 15 horas diarias y, durante el curso escolar, ha de adaptarse a los restrictivos horarios de los niños aunque no todo son sinsabores porque también reconoce que puede llegar a ser un negocio próspero si lo trabajas tú misma. Ella, a sus 45 años, sabe bien que ningún trabajo es perfecto porque pasó de vender ropa de bebé (mientras aguantaba a una jefa mala malísima) a asumir la gerencia de este centro ubicado en el barrio bilbaíno de Deusto. “Algunos de mis clientes no reconocen que vienen y, a su entorno, le dicen que van al dentista o al médico”, comenta Marian que reconoce que la ubicación de su centro, un tanto escondida, no es casualidad.

El centro bilbaíno Kids and Nits

El centro bilbaíno Kids and Nits

Y todo por esa vergüenza de la os hablaba yo al comienzo de este post. “Las familias no deben avergonzarse y es imprescindible que lo pongan en conocimiento del entorno de los niños contagiados para evitar la propagación”, afirma contundente Marian a este respecto. “Se asocia el piojo a la falta de higiene y no tiene nada que ver”, continúa explicando Marian. De hecho, estos parásitos pueden infectar a personas de todas las edades sin importar cuán limpio esté o no el cabello.

En verano aumenta el contagio

El verano es el mejor aliado de los piojos porque, sin ir más lejos, las piscinas tanto municipales como de urbanizaciones privadas son un gran foco de contagio porque estos parásitos son resistentes al agua. Marian critica el cambio normativo adoptado por el Ayuntamiento de Bilbao con el que se permite no usar el gorro de baño en las piscinas municipales al aire libre: “El uso del gorro debería ser obligatorio en todas las piscinas por cuestiones higiénico sanitarias y no comparto su decisión de no obligar a los bañistas a cubrirse la cabeza”, afirma tajante la directora del centro Kids and Nits.

Pautas para prevenir y combatir los piojos

Para prevenir y combatir los piojos se recomiendan las siguientes pautas:

  • Lavarse el pelo con champús especiales que no contengan químicos que terminen generando resistencias
  • El árbol de té o el vinagre de cuasia pueden utilizarse como repelentes porque se ha demostrado que el piojo no está a gusto “en su compañía”
  • No compartir prendas ni utensilios que tengan contacto con el pelo
  • Lavar las prendas de las personas infestadas a más de 60 grados porque el piojo muere a alta o a baja temperatura
  • Revisar el cabello de toda la familia

De hecho, Kids and Nits oferta bonos escolares que incluyen revisiones cada 15 días, lo cual es muy recomendable para mantener a estos bichitos tan molestos a raya.

En los tratamientos realizados en Kids and Nits no se utilizan productos químicos y la sesiones pueden alargarse hora y media si lo realiza una sola profesional. En principio, con una sola sesión sería suficiente para acabar con la infestación. “No hay nada que penetre en la liendre y acabe con ella, el único método eficaz es arrastrarlas con una lendrera adecuada”, apostilla Marian mientras me muestra cómo es uno de estos peines de púas metálicas muy juntas con los que se arrastran los piojos mechón a mechón. Marian también apostilla que conviene hacerlo con el pelo húmedo porque, en ese entorno, los piojos se mueven más lentamente.

Piojos El centro bilbaíno Kids and Nits

Instalaciones del centro «matapiojos»

El calor, otro factor que propicia el aumento de contagio

Otro motivo que explica el aumento de contagio durante la época estival es que el calor favorece las condiciones de vida de los piojos y liendres. Además, el acercamiento de los niños y niñas en campamentos, talleres o excursiones durante el verano incrementan la posibilidad de contagio de piojos. Incluso la famosa moda de hacerse un “selfie” favorece su aumento porque hace falta juntar bien las cabezas para retratarse.

Para concluir la conversación, Marian desmiente algún que otro mito como ese que dice que las niñas son más proclives a contagiarse de piojos que los niños. “Las niñas se contagian más porque suelen tener más contacto físico entre ellas pero no por tener el pelo más largo”, explica la directora del centro bilbaíno que también dice que tener un PH de la piel más neutro, es mejor para evitar desarrollar la infestación.

Me despido de Marian deseándole la mejor de las suertes para su negocio a la par que pienso que cuánto mejor sería no tener que volver a visitarlo y emprendo el camino de vuelta a casa con un ligero picor de cabeza…:)

 

El giro del juguete de moda, engancha

En este post, hablamos del juguete de moda de hoy en día. El «fidget spinner» se ha convertido en todo un fenómeno de masas a nivel internacional.

El juguete de moda

Los jóvenes de mi edad (30 años) todavía se acordaran de cómo pasaban las horas muertas jugando con sus “tamagochis”, aquellas mascotas virtuales que se crearon allá por el año 96. Su apogeo llegó en 1999 hasta que, casi de la noche a la mañana, el que fue el juguete de moda para toda una generación, cayó en el olvido.

Es probable que ocurra lo mismo con el “fidget spinner”, un chisme de plástico que se comercializa como un “juego antiestrés”. Es tan pequeño que cabe en la palma de una mano y tiene tres puntas con un centro giratorio cada una que, a su vez, giran a gran velocidad sobre un eje central. Una vez les das impulso para rodar, tardan más tiempo en detenerse de lo que habitualmente se podría esperar. Puede que, ahí, esté su gracia.

Fue inventado en los años 90 por una madre americana que, al estar enferma y no poder jugar con su hija, creyó que era una buena forma de entretenerla. Lo patentó pero los derechos expiraron en 2005 y, al no tener dinero para renovarlos, los perdió. Seguramente ni ella misma sepa qué tiene su “juguete” para haberse convertido en todo un fenómeno de masas.

Este es el juguete que ha acaparado la atención de los niños y niñas de todo el mundo

Este es el juguete que ha acaparado la atención de los niños y niñas de todo el mundo

Uso del juguete

Acostumbrados a las modas en cuanto a juguetes se refiere, los docentes y padres saben que han de inculcar a los niños y niñas que hay espacios para jugar y, otros, donde no se debe hacer. Una vez más, el peligro no radica en el juguete en sí sino en el uso que se haga de él.

Ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos por lo que el “fidget spinner” es concebido por algunos educadores como una “salvación” para que los chavales no pasen tanto tiempo frente a las pantallas pero, para otros, tiene un alto potencial de distracción. En Estados Unidos han llegado a prohibirlo en los colegios porque los niños no atendían en clase. En España, no hay una política estricta a este respecto y la labor de los educadores consiste en hacerles ver a los chavales que no se puede jugar siempre que les apetezca. Además, no hay nada más goloso para ellos que aquello que se prohíbe en los colegios…

Precio

Su precio es muy variable porque se pueden encontrar por 3 euros en bazares chinos o se pueden llegar a pagar hasta 20 euros por aquellos de gama más alta. El precio varía también en función del material porque no sólo los hay de plástico sino también de cerámica, de aluminio…Incluso algunos fabricantes, visto el éxito de los Spinners, han optado por hacer versiones premium que pueden alcanzar los 700 dólares.

El juguete ha llegado a agotarse durante semanas en muchas tiendas de Bilbao. Incluso las grandes tiendas de Estados Unidos han tenido problemas de stock debido a la alta demanda.

Expectativas demasiado altas

Si consigue ser un “juego antiestrés” como se promociona es una cuestión aún no resuelta por los expertos. Es obvio que su uso ejercita la coordinación manual pero sus alegaciones para aliviar el estrés, calmar la ansiedad o, incluso, ayudar a personas con autismo o con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) quizá sean un tanto osadas.

La primera víctima del fidget spinner

A simple vista es un artilugio inofensivo pero, el “fidget spinner” estuvo a punto de cobrarse su primera víctima mortal el pasado mes de mayo. En Texas (Estados Unidos), una niña se tragó una pieza del juguete por intentar limpiarlo mientras lo sujetaba en la boca. Su madre, que estaba al volante, observó por el espejo retrovisor cómo su hija estaba roja, echaba espuma por la boca y no podía respirar. Mediante una endoscopia, los médicos consiguieron retirar del cuerpo de la pequeña la pieza del juguete que por poco le provoca la muerte por asfixia. La madre de la niña, dio a conocer su tragedia en las redes sociales para alertar a otros padres de los peligros que se pueden derivar del mal uso de este chisme.

Este caso, hasta ahora aislado, nos hace tomar conciencia de los peligros que pueden entrañar algunos juguetes. Aunque el «fidget spinner» es un juguete sólido e inofensivo a priori, su uso “machacón” por parte de los críos puede hacer que se desprendan por sí solas las tapas que cubren los rodamientos. Tanto las unas como los otros son piezas muy pequeñas que pueden atragantar a los niños.

Veremos a ver cuánto dura la fiebre de los niños y niñas por estos juguetitos giradores. Los chavales, siempre hambrientos de novedades, seguramente encuentren pronto una nueva distracción. Pero, mientras tanto, numerosos vídeos en Youtube les dan ideas para explorar nuevos usos del «fidget spinner».

Mi calvario escolar se asemejaba al dolor de una quemadura en la piel

Mi calvario escolar

Todavía las recuerdo. Recuerdo cómo guardaba mi reloj en el interior del estuche para no estar continuamente mirando la hora y evitar comprobar así, casi con sufrimiento, que el tiempo no avanzaba tan rápido como me gustaría. Recuerdo cómo me temblaban las piernas cada vez que la profesora me sacaba a la pizarra a pelearme con los números. Ante mis respuestas dubitativas, ella siempre me preguntaba si era gallega. Y sí, en sus clases cumplía con uno de los tópicos gallegos por excelencia: la indecisión. Y diría que, junto con ella, sentía cierta indiferencia hacia las matemáticas. Leyendo sobre el tema descubro que un estudio de la Universidad de Chicago asegura que algunas personas pueden llegar a ponerse tan ansiosas al resolver un problema matemático, que sus cerebros experimentan una reacción similar a la que produce el dolor de una quemadura en la piel. Ni yo misma hubiese descrito mejor esa ansiedad que se adueñaba de mí en la hora escasa que duraban las clases de matemáticas.

Tal vez mi aversión hacia ellas se debe a que, en mi época, no existían programas tan interesantes como sobre el que os voy a hablar hoy: “Aloha Mental Arithmetic”, un sistema que surgió en Malasia en 1993.

La hora del hemisferio derecho

Bajo el lema “Tu hijo puede lograr todo lo que se proponga”, este programa de desarrollo mental consigue estimular el hemisferio derecho de los niños y niñas dotándolos de herramientas que les ayuden en su día a día, en sus estudios, etc. “En los colegios se potencia más el hemisferio izquierdo que es el que almacena información numérica y teórica y se olvidan del derecho que es el más original”, explica Patricia Pascual, Delegada del Curso Aloha en Bilbao.

Por ello, para desarrollar la imaginación y la creatividad ubicadas en la parte derecha del cerebro, el objetivo de Aloha es darles a los niños y niñas las herramientas necesarias para que sean capaces de construir sus propios aprendizajes en lugar de llenarles la cabeza de contenidos.

Forma de trabajar

Para afrontar retos con imaginación, los pequeños trabajan con dos superhéroes llamados Rebeka Eureka y John Neurón que deberán enfrentarse a numerosos villanos que les complican la vida. Uno de los desafíos que se les puede presentar es, por ejemplo, desactivar una bomba que explotará en caso de no conseguir los cinco números que la desactiven. “Esos dígitos los obtendrán a través de cálculos matemáticos», explica entusiasmada Patricia. Así, los niños y niñas entrenan sus neuronas de una forma amena y lúdica.

El cálculo mental aritmético lo trabajan con el ábaco lo que les ayuda a adquirir una gran precisión y velocidad en la resolución de operaciones aritméticas. Además, los niños y niñas mejoran otras habilidades como:

  • Atención y concentración
  • Memoria fotográfica
  • Pensamiento Lógico
  • Capacidad de escucha
  • Orientación espacial (poner en marcha el pensamiento tridimensional)
  • Creatividad (afrontar retos con imaginación)

“La parte del ábaco y del cálculo mental es calcado al modelo asiático pero la experiencia Aloha es un programa específico desarrollado junto con la Sociedad Española de Pediatría y se adapta a las características de los niños españoles”, comenta Patricia.

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El ábaco ayuda a los niños a adquirir destrezas en la resolución de operaciones aritméticas

Coste de las clases Aloha

A los seis meses, los resultados de las clases son visibles y muy positivos en todas las asignaturas. Aloha nació en plena crisis económica (2009) lo que no frenó el deseo de los padres de invertir en la educación de sus hijos. Los niños y niñas acuden dos días por semana a clase (algunos dos horas seguidas y otros optan por venir dos días) y el precio alcanza los 49 euros al mes. Se imparten como actividades extraescolares en colegios tanto públicos, como privados o concertados y también en sus academias. La franja ideal para trabajar con este programa abarca de los cinco a los 13 años que es cuando, según Patricia, el cerebro de los niños y niñas presenta un mayor potencial.

Alumnos de Educación Infantil

Pero como nuestro cerebro es como un músculo que cuanto más se entrena, más se desarrolla los pequeños de entre tres y cinco años también pueden comenzar a recibir clases Aloha. Para ellos, se creó el programa de estimulación temprana “Kitsune” que estimula a los alumnos de Educación Infantil en tres dimensiones:

  • Los niños y niñas aprenden el concepto de número, tocándolo. Son las llamadas “matemáticas manipulativas”. “El niño asume el concepto de par e impar porque, al manipular las fichas, comprueba que un número par lo es porque visualiza a su pareja”, ejemplifica Patricia. Además, aprenden nociones básicas de aritmética como sumar o restar pero siempre a través de materiales multisensoriales y por descubrimiento propio.
  • A través del “taller de emociones” para que los pequeños sean capaces de expresar cómo se sienten y cómo pueden expresar esos sentimientos.
  • A través de la psicomotricidad porque, en esta etapa, los pequeños realizan muchos aprendizajes a través del movimiento. Ese movimiento se trabaja, por ejemplo, con el juego de la silla que adquiere nuevas dimensiones en Aloha y deja de ser un juego competitivo para convertirse en cooperativo. El pequeño que se quede sin silla no será eliminado sino que buscará a alguien que quiera sentarse con él. “Al final del juego, sólo queda una silla donde todos los participantes tienen que sentarse y crean verdaderas torres humanas valiéndose de su creatividad”, comenta dichosa Patricia.
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Los niños y niñas aprenden el concepto de número manipulando fichas como estas

Mantener el cerebro de los adultos en forma

Como la edad es el principal factor asociado al envejecimiento de nuestras neuronas, en Aloha no se olvidan de las personas mayores de 50 años por lo que han creado el programa “BrainFactory” para seguir trabajando las conexiones neuronales de los adultos. “Gente cuyos padres han padecido alguna enfermedad neurodegenerativa y están preocupados por heredarla, personas que ya están en la primera fase de deterioro cognitivo o jubilados que necesitan continuar haciendo algo demandan este programa”, explica Patricia.

De los 400 colegios que hay en Vizcaya, 50 siguen la política de Aloha Mental Arithmetic que sigue asumiendo nuevos retos como el de desarrollar un programa específico para los niños y niñas de entre 11 y 13 años. En él, deberán tener en cuenta otras habilidades muy importantes para el futuro de estos chavales. ¡Los chicos de Aloha ya están entrenando sus neuronas para buscar soluciones alternativas para esta franja de edad!

La elección del juego infantil no es baladí

¿A qué jugamos?

Como padres y educadores, nuestra misión será encauzar toda la actividad desbordante que poseen los niños y niñas. Una buena forma de hacerlo es, cómo no, a través del juego. Para la elección del mismo, los adultos deberemos tener en cuenta múltiples variables:

  • La edad: los juegos deben estar adaptados al nivel de desarrollo de los participantes. Por este motivo, no pueden ser demasiado fáciles porque carecerían de estimulación para los más pequeños pero tampoco muy difíciles porque les acabaría frustrando.
  • El número: habrá que decidir si el juego va a ser individual, por parejas, en pequeños o en grandes grupos…
  • Contexto: no jugaremos a juegos de navidad en pleno mes de junio.
  • Objetivos que pretendemos conseguir: del ámbito motor, cognitivo o afectivo.
  • Los recursos necesarios: materiales, espacio y tiempo disponibles.

Tipos de juegos

Algunos tipos de juegos resultan especialmente interesantes por su utilidad en el proceso educativo así como por su éxito entre los más pequeños. A continuación, analizamos en qué consisten.

  • La cesta de los tesoros es una actividad que consiste en situar en el suelo un cesto lleno de objetos que se puedan encontrar en casa de manera que los niños y niñas puedan acceder fácilmente a ellos y explorarlos sensorialmente. Con este juego se trabaja la capacidad de coordinación ojo-mano-boca, se estimula la auditiva, visual, olfativa, táctil así como la capacidad gustativa, se favorece el conocimiento de los objetos del entorno de los niños y niñas ofreciéndoles la posibilidad de aprender por sí solos. Además, es un juego que les ayuda a estructurar el pensamiento y a aumentar su capacidad de concentración. La cesta de los tesoros se puede empezar a realizar cuando los pequeños sean ya capaces de permanecer sentados durante un cierto tiempo (hacia los 5 ó 6 meses de vida) y es recomendable dejar de proponerla cuando empiezan a caminar.

 

  • El juego heurístico consiste en aprender a través de la exploración. La edad de práctica de este tipo de juego es de 12 a 24 meses y consiste en poner a disposición del grupo de niños (hasta ocho participantes del mismo grupo de edad) una gran cantidad de materiales diversos que ellos pueden explorar, mover, oler, tocar… La segunda parte del juego consiste en adquirir el hábito de recoger todos esos objetos que han desordenado. Con este juego los más pequeños aprenden también conceptos básicos como dentro-fuera, lleno-vacío, grande-pequeño…

 

  • El juego psicomotor es el predominante en los primeros seis años de vida. Estos “juegos de movimiento” son los que ayudan al pequeño a tomar conciencia de su esquema corporal y a relacionarlo con el entorno. Son muchos los aspectos que se trabajan con el juego psicomotor (la percepción, la coordinación, el esquema corporal y su expresión…). Los juegos de llenar y vaciar, las construcciones y destrucciones de montones, el juego de lanzar objetos que después les son devueltos o los “juegos de persecución” conforman, entre otros, esta tipología de juego.

 

  • Se denomina “juego educativo” o “juego didáctico” al tipo de juego diseñado por Decroly para la Etapa de Educación Infantil. Este autor presentaba sus actividades en forma de juego para despertar el interés de los niños y niñas y debe ser propuesto por un adulto con una clara intención didáctica. Deben realizarse de forma individual. Este tipo de juegos favorecen el desarrollo de habilidades como la atención, la memoria o la comprensión así como de conocimientos. Suelen ser juegos de interior y se juegan sentados junto a la mesa con materiales sencillos y ligeros.

 

  • El juego competitivo y el juego cooperativo. En el primero, unos jugadores compiten contra otros para conseguir una finalidad. Al estar excesivamente orientados a la victoria, se coloca a los niños y niñas en esa situación en la que sentirse aceptados dependen de si ganan o pierden lo que les provoca unos altos niveles de angustia. Por ello, no son recomendables en edades tempranas. Por el contrario, en el “juego cooperativo” todo el grupo trabaja para conseguir un objetivo común y, se juega, por el simple placer de jugar. La finalidad consiste en superarse a sí mismo y no a los demás y es un tipo de juego que debe estar dentro de las propuestas de juegos, al menos, hasta los 11 años de edad.

 

  • El juego tradicional y el juego multicultural. El juego tradicional es aquel que es característico de una zona geográfica determinada. La lucha canaria, la pelota vasca, la soga tira son algunos ejemplos de juegos tradicionales que se caracterizan por su capacidad integradora. Para evitar que estos juegos que se transmiten de generación en generación desaparezcan debido a las actuales condiciones sociales, en los colegios procuran promoverlos adaptándolos a los valores actuales. Por otro lado, están los juegos multiculturales que son juegos tradicionales de otras culturas. Su práctica fomenta la interculturalidad y el respeto a la diversidad y nos aporta nuevos esquemas sobre el juego infantil.

¡Tenlo en cuenta!

Los juegos en la red merecen una mención aparte porque hay que tener muy en cuenta que el ordenador no debe convertirse nunca en el sustituto de un compañero o de otro tipo de juego. Como ya hemos dicho, el juego favorece el desarrollo del niño y por lo tanto no se ha de descartar, de entrada, ningún material que se ponga a su disposición pero el uso de ordenadores siempre deberá estar controlado por una persona adulta.

Las consolas

El uso de videoconsolas no se debería proponer antes de los 4 ó 5 años y, siempre, con restricciones tanto de tiempo como de tipo de juego porque algunos juegos de lucha, violencia o guerra no son recomendables. La carga extraordinaria de violencia es una de las desventajas de estos soportes. Aunque, si bien es cierto que a priori no les otorga una gran utilidad formativa, las consolas sí que contribuyen a desarrollar ciertas habilidades motoras y de reflejos y tampoco se puede subestimar su aportación en aspectos como la intuición para la resolución de problemas.

La estimulación temprana: una oportunidad para los niños del siglo XXI

La cafetería del bilbaíno Hotel Indautxu es el escenario elegido por Esther Artola para reunirse conmigo y charlar sobre el tema que, hoy, abordaremos en el blog: la estimulación temprana.

Esther Artola, Coordinadora del Segundo Ciclo de Infantil del Colegio Pureza de María de Bilbao, lleva diez años poniendo en práctica el programa de estimulación temprana. El Colegio Montserrat de Barcelona es el referente del que beben otros centros educativos en lo que a “estimulación temprana” se refiere. Con treinta y pico largos años de experiencia profesional, Esther reconoce que estaba muy contenta con la metodología de enseñanza que aplicaban. “Siempre somos reacios a los cambios porque es más cómodo no salir de la zona de confort pero, tras estos diez años, debo reconocer que el cambio ha sido muy positivo”, admite Esther. En su opinión, los niños motivados son mucho más felices porque, al ser conscientes de la realidad en la que viven, van a cambiar, cada uno desde su edad, aquellos aspectos que no le gusten de ella.

Qué favorece la estimulación temprana

La estimulación temprana persigue desarrollar y potenciar las funciones del cerebro del bebé. No hay que confundir este término con el de “Atención Temprana” porque, en el primero de los casos, los niños no presentan necesariamente trastornos en su desarrollo. “La estimulación temprana es una forma de orientación del potencial y de las capacidades de los más pequeños”, explica Esther. Para ella, la estimulación temprana está intrínsecamente relacionada con dos palabras: “prevención” y “oportunidad”. “Prevención” porque la estimulación temprana permite prevenir posibles dificultades en aprendizajes posteriores y, “oportunidad”, porque les va a permitir a los niños y niñas rendir al máximo a la hora de desarrollar todas sus estrategias de pensamiento.

“Partimos de la certeza de que cada alumno es inteligente y de que, de las oportunidades que le ofrezcamos, va a depender que pueda desarrollar sus múltiples inteligencias”, comenta Esther a este respecto. Por ello, los adultos deben adaptarse a las inteligencias del niño o la niña presentándole las actividades adecuadas que fortalezcan su iniciativa, aprendizaje y autoestima.

Cuándo podemos estimular al bebé

“El bebé no nace siendo un lienzo en blanco sino que ya en el vientre de su madre ha recibido estímulos, tanto positivos como negativos”, dice Esther. De hecho, se debe comenzar con la estimulación temprana cuando la criatura aún no ha nacido. Los padres son las personas más adecuadas para ofrecer las actividades de estimulación que el bebé necesita. “La voz de la madre va a prevalecer, por ejemplo, sobre todo el ruido que se genera en una manifestación o por el que emiten numerosos coches tocando el claxon”, explica Esther. Por este motivo, los padres son las personas más significativas para el bebé y el ejercicio que deben hacer para favorecer dicha estimulación temprana es, sencillamente, estar con él. “Ponerle música durante el embarazo y tocarle, hablarle o cantarle una vez ha nacido favorece la estimulación sensorial”, comenta entusiasmada la profesora.

Qué juegos favorecen la estimulación

Si los padres optan por la estimulación temprana, deben ser conscientes de que tendrán que dedicarle un tiempo al día para favorecerla. A la pregunta de muchos padres sobre qué deberes ponerles a sus hijos durante el verano, Esther les responde tajante que no les compren los clásicos cuadernos de Rubio, sino que jueguen con ellos a las cartas, al parchís, al ajedrez…

También les aconseja que les proporcionen todo tipo de materiales manipulativos. “A los niños les encanta crear cosas con todas las piezas de las que disponen llegando a hacer auténticas virguerías”, dice la experta. Los clásicos coches de bomberos les resultan ya aburridos a los más pequeños porque, según Esther, una vez que ven su color y escuchan el sonido que emite su sirena, pierden su interés.

La edad

Como hemos comentado, cuanto antes comencemos con la estimulación temprana, mejor. “El tiempo para proporcionar a los niños y niñas los estímulos adecuados es muy corto y, el trabajo no realizado antes de los seis años, no podrá hacerse traspasada esta franja de edad”, apostilla Esther.

En qué se basa la estimulación temprana

Sobre todo, se basa en la repetición. Los docentes emplean los “bits de inteligencia” que, a menudo, están informatizados. “Son tarjetas de información fácilmente reconocibles para los pequeños y se caracterizan por tener mucho colorido y por su gran tamaño”, explica Esther. Esta información visual y auditiva se muestra de forma escueta y rápida tres veces al día. Esther comenta que tienen que pasar, al menos, dos horas y media de una muestra a otra por lo que, en su colegio, les enseñan las tarjetas de información al comenzar la mañana, después del recreo y a primera hora de la tarde.

Esta repetición sistemática y secuencial hará que los pequeños interioricen conceptos de lo más diversos. Esther cita un ejemplo esclarecedor a este respecto. “Al niño le va a motivar esa repetición de tal forma que será capaz de ir por la calle y, al ver un perro, no dirá “mira un guau guau”, si no que le llamará por su raza”.

Una estimulación temprana integral

La estimulación temprana debe ser tanto intelectual como emocional como física. Esther recalca lo importante que es que el niño o la niña conozca todas las posibilidades de su cuerpo. Para ello, en su colegio, disponen de un circuito destinado a favorecer la estimulación física temprana. Los niños y niñas lo realizan en un horario concreto y lo inician con el gateo y el arrastre, continúan con el salto, el equilibrio, realizan un esprint y, una vez que su cuerpo está ya entrenado, pasan a la escalera de braquiación. “Este entrenamiento va a favorecer un mayor desarrollo de los pulmones lo que implica la llegada de más oxígeno al cerebro”, explica Esther a este respecto.

Diez años después de su apuesta por la estimulación temprana, el Colegio Pureza de María de Bilbao se ha convertido en un referente en la materia. Esther comenta orgullosa que la mejor evaluación posible es la que hacen los padres que llegan a “asustarse” tanto con los avances de sus hijos que incluso dudan de si son “superdotados”. “Al preguntarles a sus hijos qué han hecho en clase, estos no saben qué responder porque han hecho tanto que no saben qué”, dice Esther. Los conocimientos adquiridos serán visibles en la vida diaria de estos niños y niñas.